Collares

Magnífico collar antiguo de plata kuchi. . Esta pieza es una muestra excelente de la joyería de este grupo étnico. Está realizada en plata, cabujones de vidrio y pequeñas cuentas. Magnífica pátina y pieza y, ciertamente, no una de las versiones modernas que se ven frecuentemente hoy en día. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y en Pakistán. Principios del siglo XX.

Magnífico collar de plata y esmalte de la etnia hazara, grupo étnico minoritario de origen persa que vive en el centro y noreste de Afganistán y al noroeste de Pakistán. El cuerpo principal de este collar se compone de tres placas de plata bellamente decoradas con motivos florales esmaltados en dos tonos de azul y rojo. La técnica para la elaboración de piezas de esta calidad se ha perdido ya desgraciadamente. El conjunto se completa con bonitas cuentas de plata así como pequeñas cuentas de vidrio azul, blanco y verde lo que lo hace extremadamente atractivo. Un viaje a "Las Mil y Una Noches". Las placas de plata esmaltadas son de la segunda mitad del siglo XIX y, el montaje, más reciente.

No existen muchos ejemplos de tejido con cuentas entre los bereberes, labor mucho más frecuente en el África Subsahariana. Este bonito collar pectoral procede de la región de Taza en el Medio Atlas marroquí.

Collar de discos de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de discos de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de discos de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de discos de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de cuentas de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de cuentas de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Collar de cuentas de pasta de vidrio reciclado de bonitos colores procedente de Ghana. 

Originalísimo conjunto vintage de ciento dos cuentas de plata con baño dorado procedentes de las hábiles manos de un orfebre Mauritano. ¡Únicas!

Diametro entre 5 y 7 mm

Espectacular collar de cuentas de plata con baño dorado. Destaca la característica e intrincada decoración granulada y de filigrana de los maestros mauritanos. Segunda mitad del SXX.

La cuenta central mide 17mm de diametro y la más pequeña 7mm.

Magnifica sarta de sesenta y ocho cuentas de trueque bicónicas, la mayor parte de ellas son del tipo “de ojo” inspiradas en las mucho más antiguas cuentas islámicas, y cinco de ellas con decoración lineal comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fabricadas en talleres venecianos a mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 16mm de largo por 23mm de diámetro y la menor 10mm por 12mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Preciosa sarta de cincuenta y siete cuentas de trueque bicónicas, comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fueron fabricadas en talleres venecianos a partir de mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Los artesanos fabricaron una importante variedad de cuentas de esta clase en las que sobre un cuerpo bicónico, generalmente de vidrio opaco de color negro, amarillo, verde o granate se distribuían decoración lineal en una atractiva decoración de colores. Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 20mm de largo por 22mm de diámetro y la menor 12mm por 13mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Preciosa sarta de sesenta y tres cuentas de trueque bicónicas, comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fueron fabricadas en talleres venecianos a partir de mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Los artesanos fabricaron una importante variedad de cuentas de esta clase en las que sobre un cuerpo bicónico, generalmente de vidrio opaco de color negro, amarillo, verde o granate se distribuían decoración lineal en una atractiva decoración de colores. Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 16mm de largo por 18mm de diámetro y la menor 12mm por 12mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Alegre collar kuchi afgano vintage de aleación de metales y decorado con colgantes de vidrios de colores. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y Pakistán. Tamaño mediano.

Maravilloso collar de montaje reciente que combina una soberbia selección de cuentas antiguas y vintage mauritanas. Éstas incluyen preciosas cuentas de madera de ébano (alguna de ellas con decoración en filigrana de plata), cuentas de aluminio, ágata, vidrio de bohemia y, por supuesto, las fantásticas, cotizadísimas y muy buscadas cuentas antiguas de plata mauritanas (agrabb al-fadda). Un collar elegante y que, sin duda, no pasará desapercibido.

La cuenta central mide 28x22mm

Fantástico conjunto de 48 antiguas cuentas de trueque venecianas de vidrio de finales del siglo XIX. Fabricadas mediante la técnica denominada “a la llama” (lamp work). La forma de las cuentas es la denominada de “barril” (barrel). Su cuerpo  es de color negro opaco y está decorado con líneas blancas longitudinales. Este tipo de cuentas es muy poco común, cuando se encuentran lo es de forma muy dispersa y, en este caso, hemos tenido la suerte de hallarlas en Mauritania.

Tamaño aproximado: largo: 12mm, diámetro 8mm.

Usamos el términos “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Gargantilla kuchi procedente de Afganistán de aleación de metales y decorada con pequeñas cuentas de vidrio y colgantes realizados con monedas antiguas y decorados con cabujones de varios tamaños de vidrio de colores. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y, en menor medida, en Pakistán.  

Gargantilla kuchi procedente de Afganistán de aleación de metales y decorada con pequeñas cuentas de vidrio y colgantes realizados con monedas antiguas y decorados con cabujones de vidrio de colores. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y, en menor medida, en Pakistán.  

Alegre collar corto kuchi afgano vintage de aleación de metales y decorado con colgantes con cabuchones de vidrios de colores. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y Pakistán. Tamaño pequeño.

Sarta de cincuenta y cuatro maravillosas cuentas de vidrio halladas en Mali. Probablemente fueran fabricadas en Venecia a principios del siglo XX.

Desde las más simples elaboradas con arcilla, hueso, semillas o cuerno, pasando por las hechas con metal, ámbar o vidrio hasta las más lujosas que emplean metales o piedras preciosas y donde, en ocasiones, los resultados son verdaderas obras de arte. Fenicia, India, China, Roma, Tíbet, Mali, Egipto, Oriente Medio, Venecia, Mauritania, Persia, Sudamérica ….Y África no es una excepción. Durante cientos de años las cuentas fueron utilizadas en África no sólo como meros elementos de adorno o estatus sino que, en muchos casos, sirvieron como monedas de cambio para la más diversas mercancías (oro, marfil, maderas exóticas, etc.). El continente europeo surtió durante mucho tiempo el continente de cuentas realizadas en Murano, en Bohemia, en Alemania, etc y que se unieron a las producidas localmente y las llegadas de otras partes del mundo. Todas estas cuentas, su impresionante variedad de diseños, formas, calidades, colores, materiales, técnicas y orígenes han conformado, y siguen conformando aún hoy, un mundo fascinante donde no sólo nos cautiva lo que vemos sino toda la historia que hay detrás.

Atractiva sarta de cuentas de piedra de tonalidades marfileñas procedente de Mali. Talla muy original.

Las cuentas han sido objeto de fascinación desde hace miles de años en todo el mundo. Desde las más simples elaboradas con arcilla, hueso, semillas o cuerno, pasando por las hechas con metal, ámbar o vidrio hasta las más lujosas que emplean metales o piedras preciosas y donde, en ocasiones, los resultados son verdaderas obras de arte. Fenicia, India, China, Roma, Tíbet, Mali, Egipto, Oriente Medio, Venecia, Mauritania, Persia, Sudamérica ….Y África no es una excepción. Durante cientos de años las cuentas fueron utilizadas en África no sólo como meros elementos de adorno o estatus sino que, en muchos casos, sirvieron como monedas de cambio para la más diversas mercancías (oro, marfil, maderas exóticas, etc.). El continente europeo surtió durante mucho tiempo el continente de cuentas realizadas en Murano, en Bohemia, en Alemania, etc y que se unieron a las producidas localmente y las llegadas de otras partes del mundo. Todas estas cuentas, su impresionante variedad de diseños, formas, calidades, colores, materiales, técnicas y orígenes han conformado, y siguen conformando aún hoy, un mundo fascinante donde no sólo nos cautiva lo que vemos sino toda la historia que hay detrás.

Fantástica banda o frontal procedente de la etnia nómada Kuchi de Afganistán y Pakistán. Decorado con monedas, bordados, espejos y cuentas. Para dar un punto alegre y tribal a tu indumentaria. ¡Tú decides!.

Maravilloso torque antiguo de plata maciza procedente del valle del Swat en Paquistán o de Afganistán. Llama especialmente la atención la originalidad de su diseño así como su elegancia. Decorado con un pequeño cabujón que, a modo, de elemento de referencia no hace más que realzar el atractivo de la pieza y el soberbio trabajo de la plata. Si a ello añadimos su atractiva pátina y el tacto casi sedoso de la plata esta pieza es de las que no se deben dejar escapar.

Maravillosa gargantilla antigua kuchi de plata, procedente de Afganistan. Las cuentas de plata presentan un trabajo magnífico y son originalísimas. Muy elegante. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y, en menor medida, en Pakistán. Principios del siglo XX.

Fantástico collar en el que cada uno de sus componentes son sobresalientes por sí sólos. Dos maravillosas placas multán de plata antiguas con característica decoración floral esmaltada en tonos azules y rojo. Dos muestras cada vez más escasas y difíciles de encontrar y cuya técnica, desgraciadamente, se ha perdido. Minúsculas cuentas de vidrio y cuentas antiguas sindh de plata paquistaníes. Pero lo que, sin duda, capta todas las miradas es el soberbio colgante-amuleto central. De plata y de origen paquistaní, o quizá indio, está cuajado de pequeños cabujones de tuerquesas y de vidrio donde la maestría del artesano consigue que, a pesar de ser prácticamente incoloros, tomen tonalidades ambarinas. Y, por supuesto, la garra de tigre engarzada en plata, un símbolo de poder y poderoso amuleto. Un colgante con bastante más de un siglo a sus espaldas y que bien pudo ser destinado a un khan u otro personaje importante de la comunidad. Todo ello hace a esta pieza única e irrepetible y con una pátina inmejorable. Pieza central: 125 mm x 80 mm.  Disfrútelo. 

Atractivo collar afgano de plata y esmalte Kuchi. El cuerpo principal de este collar se compone de una placa de plata bellamente decoradas con motivos vegetales esmaltados en azul. La técnica para la elaboración de piezas de esta calidad se ha perdido ya desgraciadamente. El conjunto se completa con bonitas cuentas de vidrio y ocho colgantes de plata realizados con monedas de una rupia de George VI, rey de Inglaterra y del Imperio Británico de la India. Mediados del siglo XX, si bien la placa esmaltada de plata es de finales del XIX.

Bonito collar turcomano procedente de Afganistán formado por cuentas alternas de plata y resina transparente. Llamativo y elegante. Años 1940.

Original collar de plata kuchi afgano. Está compuesto por preciosas y originales cuentas de plata y colgante en forma de cascabeles bellamente labrados y decorados con cabujones de vidrio. Un paseo por los cuentos de las "Mil y Una Noches". Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y, en menor medida, en Pakistán. Mediados del siglo XX.

Atractivo collar kuchi de plata y vidrio, procedente de Afganistán. Consta de dos piezas trapezoidales de plata bellamente decoradas con ornamentación grabada y cabujones de vidrio. De ellas penden nueve hileras de diferente longitud de cuentas de plata y vidrio. Elegantísima muestra de arte tribal. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y, en menor medida, en Pakistán. Mediados del siglo XX.

Fantástico collar antiguo turcomano procedente de tribus de origen tajiko o kirguiso, procedente de  Afganistán. Está formado por un caja talismán central de plata en la que se llevaban textos con pasajes del Corán, cuentas de coral, plata, vidrio y discos de concha. Este tipo de collares a menudo son referidos como "collares de boda" y se dice que conforme van pasando de de una generación a otro se va añadiendo una nueva hilera. Precioso ejemplo antiguo de esta clase de collares cada vez más escasos. Principios del siglo XX.  

Collar de antiguas cuentas de bronce procedente de Mali cuyo atractivo radica tanto en su simplicidad como en el bonito trabajo de sus cuentas.