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4 Cuentas de trueque venecianas (fiorà)

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Mali

Largo: 44 mm

Peso: 10 gr

Diametro: 14

Unidades: 4

BC1215-652
48,00 €


Cuatro alegres cuentas de trueque venecianas “fiorà” fabricadas en la primera mitad del siglo XIX mediante la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Su denominación responde a su decoración multicolor que combina motivos florales y vegetales a base de puntos, trazos que recuerdan plumas, etc. El cuerpo de las cuentas es de vidrio negro opaco, sobre el que se distribuye la decoración floral en relieve.

Medidas aproximadas (cuenta más grande): largo: 12mm, diámetro: 14mm.

Las cuentas de trueque venecianas fiorate o fiorà son cuentas de vidrio, usualmente redondas u ovales, cuya principal característica es la atractiva y colorida decoración floral que presentan y que fueron utilizadas durante siglos en el comercio de trueque en África. Elaboradas principalmente empleando la técnica “a la llama” (lamp work) muestran una exuberante decoración donde los colores se superponen para formar atractivos y multicolores motivos decorativos florales y vegetales que se distribuyen sobre la superficie de la cuenta en forma de pluma (feather), de lazadas que recuerdan pajaritas (bow tie), ramilletes, puntos (dotted) en espiral (entre ellas, las famosas Lewis & Clark en referencia a los dos exploradores que las utilizaron por primera vez en el comercio con las tribus locales en su expedición que, en los primeros años del siglo XIX les llevó de la costa este a la oeste de los Estados Unidos), decoración lineal, de filigrana, etc. Fueron producidas principalmente desde principios del siglo XIX.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.


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