Textil

Las alfombras artesanales de nudo Azilal son una muestra más, y ya son muchas, de la inagotable creatividad bereber. Son tejidas en la región que viene a coincidir, más o menos, con la actual provincia marroquí de Azilal, una área montañosa ubicada entre el Alto y Medio Atlas. Entre los grupos bereberes que la habitan destacan, entre otros, los Aït bou Oulli, los Aït Bouguemez o los Aït Sokhmane. Para su elaboración se emplea, tanto para la trama como el anudado, la lana de oveja si bien se ha ido produciendo en los últimos treinta o cuarenta años la paulatina incorporación de otras fibras. El nudo empleado suele ser simétrico sobre dos hilos aunque, en contadas ocasiones, también se emplea el característico nudo bereber y que resulta en alfombras de un grosor medio. A grandes rasgos podemos diferenciar tres modelos de alfombras Azilal. El que sería el modelo clásico, en el que la decoración a base de lana natural marrón sin tintar, negra o, esporádicamente, de otros colores se despliega sobre un fondo de lana natural sin tintar de tonos blancos o cremas. El segundo modelo sería el que se caracteriza por el empleo de un fondo rojo oscuro sobre el que se plasma una decoración, geométrica o abstracta, que puede emplear una amplia paleta de colores. Este segundo tipo de alfombras son tejidas predominantemente por los Aït Bouzid y en ellas los estudiosos ven una clara influencia de las alfombras urbanas de Rabat. Finalmente el tercer grupo, aparecido a mediados de los años 1980, donde si bien sigue empleándose mayormente la lana, natural o teñida, empiezan a aparecer otros materiales en la elaboración de la alfombra, en algunos casos reutilizados. En todo caso los resultados son ciertamente espectaculares, con una gran fuerza estética y que no dejan indiferente.      

Las alfombras artesanales de nudo Azilal son una muestra más, y ya son muchas, de la inagotable creatividad bereber. Son tejidas en la región que viene a coincidir, más o menos, con la actual provincia marroquí de Azilal, una área montañosa ubicada entre el Alto y Medio Atlas. Entre los grupos bereberes que la habitan destacan, entre otros, los Aït bou Oulli, los Aït Bouguemez o los Aït Sokhmane. Para su elaboración se emplea, tanto para la trama como el anudado, la lana de oveja si bien se ha ido produciendo en los últimos treinta o cuarenta años la paulatina incorporación de otras fibras. El nudo empleado suele ser simétrico sobre dos hilos aunque, en contadas ocasiones, también se emplea el característico nudo bereber y que resulta en alfombras de un grosor medio. A grandes rasgos podemos diferenciar tres modelos de alfombras Azilal. El que sería el modelo clásico, en el que la decoración a base de lana natural marrón sin tintar, negra o, esporádicamente, de otros colores se despliega sobre un fondo de lana natural sin tintar de tonos blancos o cremas. El segundo modelo sería el que se caracteriza por el empleo de un fondo rojo oscuro sobre el que se plasma una decoración, geométrica o abstracta, que puede emplear una amplia paleta de colores. Este segundo tipo de alfombras son tejidas predominantemente por los Aït Bouzid y en ellas los estudiosos ven una clara influencia de las alfombras urbanas de Rabat. Finalmente el tercer grupo, aparecido a mediados de los años 1980, donde si bien sigue empleándose mayormente la lana, natural o teñida, empiezan a aparecer otros materiales en la elaboración de la alfombra, en algunos casos reutilizados. En todo caso los resultados son ciertamente espectaculares, con una gran fuerza estética y que no dejan indiferente.      

Las alfombras artesanales de nudo bereberes Beni Mrirt or Beni M'Rirt proceden de la región del mismo nombre en el Medio Atlas marroquí. Quizá por su cercanía a la zona de producción de las alfombras Beni Ouaraïn se las confunde a veces con éstas, especialmente en aquellos casos en los que el fondo es blanco o crema. Sin embargo las alfombras Beni M'Rirt presentan características propias tales como una mayor densidad de pelo en comparación con los Beni Ouaraïn y el maravilloso juego de tonalidades de fondo como profundos rojos casi sangre, marrones, naranjas, etc. A ello se une la calidad de la lana empleada y la originalidad de los motivos y su distribución en aquellos ejemplos en los que se incorporan elementos decorativos y que, con la usual combinación de elementos tribales masculinos y femeninos, despliegan la fascinante simbología bereber. Una opción original, acogedora y con gran personalidad. Este ejemplo combina maravillosos tonos naranjas y uno de los extremos rematado por una delgada línea negra. ¡Originalísima!.

De entre las alfombras artesanales tejidas por los distintos grupos bereberes que habitan el Medio Atlas marroquí las elaboradas por la tribu de los Beni Mguild se hallan, sin duda, entre las más notables y atractivas. A ello contribuyen la calidad de la lana empleada anudada mediante el llamado nudo bereber y, en ocasiones, el nudo simétrico; su densa decoración que juega no sólo con los motivos decorativos, llenos de simbología y significado, sino, además, los personalísimos y muy característicos juegos y contrastes de color en una gama cálida de marrones, tostados, dorados, crema y rojos entre los que, sin embargo, se apuntan de una forma sumamente elegante colores más llamativos. El resultado de todo ello son alfombras de grosor medio, lustrosas, de aspecto tornasolado, elegantes, con un marcado carácter y que no pueden dejar de admirarse. Maravilloso ejemplo en tonos rosas morados y con una firma en la que se puede leer Ali Bi l’Arabi.   

Fantástica alfombra bereber artesanal de nudo de lana procedente de la ciudad marroquí de Tazenakht, capital comercial de los Aït Ouaouazguite. Maravilloso diseño de damero.

Capa o chal -handira- vintage bereber del grupo bereber de los Beni o Aït Ouarain del Atlas Medio marroquí. Está tejida a mano con lana y algodón con tintes naturales. Presenta la distribución de franjas decorativas típicas de este grupo con motivos decorativos geométricos típicos bereberes llenos de significados y simbología. Con flecos en sus extremos y un par de tiras para anudarla. Preciosos tonos crema. Los Beni Ouaraïn constituyen una confederación formada por en torno a diecisiete tribus bereberes que habitan, predominantemente, el extremo noroeste de la zona del Medio Atlas marroquí. Entre dichas tribus o grupos se pueden citar a los Aït Jelidassen, los Zerarda, los Aït Assou, los Ahl Telt , los Beni bou Zart o los Imrilen. La calidad de los textiles Beni Ouaraïn ha sido largamente reconocida y admirada y a ello han contribuido la pericia de sus artesanos tejedores, en su inmensa mayoría mujeres.  

Los Beni Ouaraïn constituyen una confederación formada por alrededor de diecisiete tribus bereberes que habitan, predominantemente, el extremo noroeste del Medio Atlas marroquí. Entre dichos grupos se encuentran los Aït Jelidassen, los Zerarda, los Aït Assou, los Ahl Telt , los Beni bou Zart o los Imrilen. La calidad de los textiles Beni Ouaraïn ha sido largamente reconocida y admirada y a ello han contribuido la pericia de sus artesanos tejedores, en su inmensa mayoría mujeres, y la calidad de la lana empleada procedente de una variedad de pequeñas ovejas que aún hoy puede hallarse en áreas de la zona en que habitan. Sus alfombras se caracterizan por emplear dicha lana tanto en su trama y urdimbre como para el anudado. El anudado emplea casi invariablemente el característico -nudo bereber- sobre dos o tres hilos. Aún así, el experto Gebhart Blazek da cuenta de como, hasta tiempos relativamente recientes, los Beni bou Zart continuaban realizando algunos de sus tejidos utilizando el nudo-bucle. La lana empleada es natural, sin tintar, y la técnica empleada da como resultado alfombras de pelo medio-largo y tacto sedoso con una cálida paleta de blancos, marfiles, marrones y cremas. En ocasiones están decoradas con motivos, mayormente geométricos, realizados con lana natural sin tintar de tonos negros o marrones y que reflejan la riquísima iconografía y simbología bereberes con alusiones a elementos femeninos, masculinos y a la procreación, así como a motivos protectores. Las alfombras Beni Ouaraïn no tenían una función decorativa. Se utilizaban como colchones comunales de la familia durante las gélidas noches invernales de la montaña y, dadas la vuelta, durante el verano. Unas alfombras con un innegable carácter tribal y que realzan cualquier interior.  

Los Beni Ouaraïn constituyen una confederación formada por alrededor de diecisiete tribus bereberes que habitan, predominantemente, el extremo noroeste del Medio Atlas marroquí. Entre dichos grupos se encuentran los Aït Jelidassen, los Zerarda, los Aït Assou, los Ahl Telt , los Beni bou Zart o los Imrilen. La calidad de los textiles Beni Ouaraïn ha sido largamente reconocida y admirada y a ello han contribuido la pericia de sus artesanos tejedores, en su inmensa mayoría mujeres, y la calidad de la lana empleada procedente de una variedad de pequeñas ovejas que aún hoy puede hallarse en áreas de la zona en que habitan. Sus alfombras se caracterizan por emplear dicha lana tanto en su trama y urdimbre como para el anudado. El anudado emplea casi invariablemente el característico -nudo bereber- sobre dos o tres hilos. Aún así, el experto Gebhart Blazek da cuenta de como, hasta tiempos relativamente recientes, los Beni bou Zart continuaban realizando algunos de sus tejidos utilizando el nudo-bucle. La lana empleada es natural, sin tintar, y la técnica empleada da como resultado alfombras de pelo medio-largo y tacto sedoso con una cálida paleta de blancos, marfiles, marrones y cremas. En ocasiones están decoradas con motivos, mayormente geométricos, realizados con lana natural sin tintar de tonos negros o marrones y que reflejan la riquísima iconografía y simbología bereberes con alusiones a elementos femeninos, masculinos y a la procreación, así como a motivos protectores. Las alfombras Beni Ouaraïn no tenían una función decorativa. Se utilizaban como colchones comunales de la familia durante las gélidas noches invernales de la montaña y, dadas la vuelta, durante el verano. Unas alfombras con un innegable carácter tribal y que realzan cualquier interior.  

Las alfombras artesanales de nudo Azilal son una muestra más, y son muchas, de la inagotable creatividad bereber. Estas alfombras son tejidas en la región que viene a coincidir, más o menos, con la actual provincia marroquí de Azilal, una área montañosa ubicada entre el Alto y Medio Atlas. Entre los grupos bereberes que la habitan destacan, entre otros, los Aït bou Oulli, los Aït Bouguemez o los Aït Sokhmane. Para su elaboración se emplea, tanto para la trama como el anudado, la lana de oveja si bien se ha ido produciendo en los últimos treinta o cuarenta años la paulatina incorporación de otras fibras. El nudo empleado suele ser simétrico sobre dos hilos aunque, en ocasiones, también se emplea el característico nudo bereber y que resulta en alfombras de un grosor medio. A grandes rasgos podemos diferenciar tres modelos de alfombras Azilal. El que sería el modelo clásico, en el que la decoración a base de lana natural marrón sin tintar, negra o, esporádicamente, de otros colores se despliega sobre un fondo de lana natural sin tintar de tonos blancos o cremas. El segundo modelo sería el que se caracteriza por el empleo de un fondo rojo oscuro sobre el que se plasma una decoración, geométrica o abstracta, que utiliza una amplia paleta de colores. Este segundo tipo de alfombras son tejidas predominantemente por los Aït Bouzid y en ellas los estudiosos ven una clara influencia de las alfombras urbanas de Rabat. Finalmente el tercer grupo, aparecido a mediados de los años 1980, donde si bien sigue empleándose mayormente la lana, natural o teñida, empiezan a aparecer otros materiales en la elaboración de la alfombra, en algunos casos reutilizados. En todo caso los resultados son ciertamente espectaculares, con una gran fuerza estética y que no dejan indiferente.

Maravilloso tejido plano o -hambel- argelino antiguo. Lana y tintes naturales. Presenta una paleta de colores maravillosa en una soberbia combinación de franjas. Con flecos. Una pieza verdaderamente escasa y rara que merece formar parte de cualquier colección de textiles norteafricanos. No lo deje pasar.

Los tejidos de los diferentes sub-grupos bereberes integrantes de la confederación de los Aït Ouaouzguite en la región del Siroua a caballo entre el Alto Atlas y el Anti Atlas marroquí, tales como los Aït Ouarda, los Aït Tamassine, los Aït Ameur, los Aït Khezama, los Aït Oubial o los Aït Abdallah, se encuentran desde siempre entre los más reconocidos de Marruecos. A ello contribuyen tanto la calidad de los materiales empleados, la pericia de los artesanos tejedores como, en el caso de ciertos tejidos planos como las capas o –akhnif-, las alforjas, zurrones o mantas de pastor o cabalgadura, -shadouis-, –l'rhomd- or -adil-, la originalidad de las técnicas empleadas que, salvo alguna contada excepción, no se encuentran entre otros grupos bereberes de Marruecos. En el tejido de sus alfombras el nudo comúnmente empleado es el nudo denominado simétrico, y el material empleado la lana de oveja local. En los ejemplos más antiguos los colores predominantes son los blancos, cremas, marrones y negro de la lana de oveja natural sin tintar. Aún hoy en día la lana natural de color negro goza de una especial preferencia no sólo por la calidad superior de esta lana procedente de una raza autóctona de oveja sino por la creencia bereber de que aquélla es particularmente efectiva para combatir el mal de ojo y otras influencias malignas. En las alfombras no tan antiguas la gama de colores de la lana empleada se amplía. Además, los motivos decorativos empleados, sin perder su carácter tribal, recuerdan en cierta medida a los de alfombras urbanas de Rabat y Salé. Esto se debe en gran medida a la larga y estrecha relación entre las comunidades judías de esas ciudades y las de las comunidades Aït Ouaouzguite. En cuanto a los tejidos planos estos alcanzan unas elevadísimas cuotas de calidad, originalidad y excelencia, particularmente entre los Aït Ouarda y los Aït Tamassine, siendo muy características la alternancia de bandas negras y blancas en su decoración y la utilización de la técnica conocida como –shadoui- o de torsión de la hebras de urdimbre. En todo caso, y en cualquiera de sus manifestaciones, estamos ante verdaderas obras de arte tribal.                   

Los tejidos de los diferentes sub-grupos bereberes integrantes de la confederación de los Aït Ouaouzguite en la región del Siroua a caballo entre el Alto Atlas y el Anti Atlas marroquí, tales como los Aït Ouarda, los Aït Tamassine, los Aït Ameur, los Aït Khezama, los Aït Oubial o los Aït Abdallah, se encuentran desde siempre entre los más reconocidos de Marruecos. A ello contribuyen tanto la calidad de los materiales empleados, la pericia de los artesanos tejedores como, en el caso de ciertos tejidos planos como las capas o –akhnif-, las alforjas, zurrones o mantas de pastor o cabalgadura, -shadouis-, –l'rhomd- or -adil-, la originalidad de las técnicas empleadas que, salvo alguna contada excepción, no se encuentran entre otros grupos bereberes de Marruecos. En el tejido de sus alfombras el nudo comúnmente empleado es el nudo denominado simétrico, y el material empleado la lana de oveja local. En los ejemplos más antiguos los colores predominantes son los blancos, cremas, marrones y negro de la lana de oveja natural sin tintar. Aún hoy en día la lana natural de color negro goza de una especial preferencia no sólo por la calidad superior de esta lana procedente de una raza autóctona de oveja sino por la creencia bereber de que aquélla es particularmente efectiva para combatir el mal de ojo y otras influencias malignas. En las alfombras no tan antiguas la gama de colores de la lana empleada se amplía. Además, los motivos decorativos empleados, sin perder su carácter tribal, recuerdan en cierta medida a los de alfombras urbanas de Rabat y Salé. Esto se debe en gran medida a la larga y estrecha relación entre las comunidades judías de esas ciudades y las de las comunidades Aït Ouaouzguite. En cuanto a los tejidos planos estos alcanzan unas elevadísimas cuotas de calidad, originalidad y excelencia, particularmente entre los Aït Ouarda y los Aït Tamassine, siendo muy características la alternancia de bandas negras y blancas en su decoración y la utilización de la técnica conocida como –shadoui- o de torsión de la hebras de urdimbre. En todo caso, y en cualquiera de sus manifestaciones, estamos ante verdaderas obras de arte tribal.                   

Las alfombras artesanales de nudo Azilal son una muestra más, y ya son muchas, de la inagotable creatividad bereber. Son tejidas en la región que viene a coincidir, más o menos, con la actual provincia marroquí de Azilal, una área montañosa ubicada entre el Alto y Medio Atlas. Entre los grupos bereberes que la habitan destacan, entre otros, los Aït bou Oulli, los Aït Bouguemez o los Aït Sokhmane. Para su elaboración se emplea, tanto para la trama como el anudado, la lana de oveja si bien se ha ido produciendo en los últimos treinta o cuarenta años la paulatina incorporación de otras fibras. El nudo empleado suele ser simétrico sobre dos hilos aunque, en ocasiones, también se emplea el característico nudo bereber y que resulta en alfombras de un grosor medio. A grandes rasgos podemos diferenciar tres modelos de alfombras Azilal. El que sería el modelo clásico, en el que la decoración a base de lana natural marrón sin tintar, negra o, esporádicamente, de otros colores se despliega sobre un fondo de lana natural sin tintar de tonos blancos o cremas. El segundo modelo sería el que se caracteriza por el empleo de un fondo rojo oscuro sobre el que se plasma una decoración, geométrica o abstracta, que utiliza una amplia paleta de colores. Este segundo tipo de alfombras son tejidas predominantemente por los Aït Bouzid y en ellas los estudiosos ven una clara influencia de las alfombras urbanas de Rabat. Finalmente el tercer grupo, aparecido a mediados de los años 1980, donde si bien sigue empleándose mayormente la lana, natural o teñida, empiezan a aparecer otros materiales en la elaboración de la alfombra, en algunos casos reutilizados. En todo caso los resultados son ciertamente espectaculares, con una gran fuerza estética y que no dejan indiferente.      

Maravilloso cinturón de seda de ciudad o -citadine- marroquí de mujer -hezam o hzam- procedente de Tetuán o, quizá, de Fez. Presenta un maravilloso trabajo de tejido así como una gran riqueza cromática y de motivos decorativos de clara herencia andalusí. Entre ellos, flores, frutas y manos de Fátima en sus dos extremos. Una característica de este tipo de piezas es que combinan al menos dos diseños principales, muy fecuentemente cuatro, con un atractivo contraste de colores. Sin embargo, cuando se lucen sólo uno de los diseños es visible. También muy a menudo el color de fondo varía a mitad del cinturón. Con flecos. Desgaste y estado acordes con su antigüedad. Principios del siglo XIX. Una maravillosa pieza de colección.

Fabuloso cinturón -hzam- de lana y seda antiguo de mujer procedente de la tribu bereber de los Ait Ouarda subgrupo de los Ait Ouaouzguite. Este grupo habita en el área montañosa del Siroua, entre el Alto-Atlas y el Anti-Atlas en Marruecos. Obtienen la materia prima para sus característicos trabajos de tejido de una raza de ovejas autóctona y muy bien adaptada a las agrestes condiciones de su entorno. A las mujeres Ait Ouaouzguite se las ha reconocido siempre por su magníficas dotes tejedoras y su espíritu inventivo a la hora de combinar tejidos, texturas y colores. Obtenían los tintes naturales para sus tejidos de su propio entorno tales como flores, raíces y del índigo. Éste último, procedente a menudo del valle del Dadés, exigía una gran habilidad y destreza en su uso, que fue pronto monopolizado por miembros judíos de la comunidad. Anchos cinturones de lana como éste eran utilizados por las mujeres de la comunidad a diario. Éste en concreto, sin embargo, utiliza un material aún más rico como la seda y presenta una preciosa combinación de colores obtenidos con tintes naturales y motivos decorativos que incluyen franjas y diferentes versiones y combinaciones del ojo protector, figuras antropomorfas así como otros símbolos relacionados en muchos ocasiones con la fertilidad y la maternidad. Una pieza de coleccionista.  

Soberbio cinturón -hzam- de lana antiguo de mujer procedente de la tribu bereber de los Ait Ouaozguite. Este grupo habita en el área montañosa del Siroua, entre el Alto-Atlas y el Anti-Atlas en Marruecos. Obtienen la materia prima para sus característicos trabajos de tejido de una raza de ovejas autóctona y muy bien adaptada a las agrestes condiciones de su entorno. A las mujeres Ait Ouaouzguite se las ha reconocido siempre por su magníficas dotes tejedoras y su espíritu inventivo a la hora de combinar tejidos, texturas y colores. Obtenían los tintes naturales para sus tejidos de su propio entorno tales como flores, raíces y del índigo. Éste último, procedente a menudo del valle del Dadés, exigía una gran habilidad y destreza en su uso, que fue pronto monopolizado por miembros judíos de la comunidad. Anchos cinturones de lana como éste eran utilizados por las mujeres de la comunidad a diario. Éste en concreto tiene una maravillosa combinación de los colores base del textil bereber, esto es, azúl índigo, gama de rojos y blanco; obtenidos con tintes naturales salvo el blanco natural aportado por el preciado algodón. Par de motivos en seda. Los motivos  decorativos incluyen franjas y diferentes versiones y combinaciones del ojo protector, figuras antropomorfas y otros símbolos relacionados en muchos ocasiones con la fertilidad y la maternidad. Muestras de uso acorde con su antigüedad. Finales del siglo XIX o principios del XX. Una pieza de coleccionista.  

¿Quién dijo que el movimiento -punk- empezó en Londres?. Bien pudo hacerlo en Marruecos en el Valle del Ourika o sus alredores en el pleno Atlas, de donde proviene esta impactante alfombra. Destaca por el  atrevidísimo uso de materiales nuevos y reutilizados en las que la tradición bereber da como resultado una obra de este calibre. La urdimbre se ha fabricado con varios textiles. La trama combina la lana natural tejida, el anudado de lana natural marrón y crema sin tintar y de hilos de brillantes y llamativos colores. Arte en estado puro.Otros nombres: -boucherouite-.  Años 1980.      

Simplemente maravillosa capa o chal -handira- bereber del grupo bereber de los Beni o Aït Ouarain del Atlas Medio marroquí. Está tejida a mano con lana y algodón con tintes naturales. Por uno de sus lados aparece la rica distribución de franjas decorativas típicas de este grupo y, por el otro, aparece cubierta de los no menos típicos largos flecos. Hoy en día se usarían más para acudir a reuniones señaladas como fiestas, mercados semanales y otras celebraciones festivas. Años 1950.