Joyas

Curioso anillo antiguo de plata procedente de Afganistán. Su exclusividad reside en la inclusión de una cuenta antigua de vidrio de las denominadas como Gabri en el cabujón central que generalmente llevaría engarzada una piedra.

Las cuentas de vidrio Gabri son de época islámica es decir de entre los siglos VIII y XII. Producidas en Oriente Próximo se extendieron por Asia Central con la expansión del Islam.

Curioso anillo antiguo de plata procedente de Afganistán. Su exclusividad reside en la inclusión de una cuenta antigua de vidrio de las denominadas como Gabri en el cabujón central que generalmente llevaría engarzada una piedra.

Las cuentas de vidrio Gabri son de época islámica es decir de entre los siglos VIII y XII. Producidas en Oriente Próximo se extendieron por Asia Central con la expansión del Islam.

Curioso anillo antiguo de plata procedente de Afganistán. Su exclusividad reside en la inclusión de una cuenta antigua de vidrio de las denominadas como Gabri en el cabujón central que generalmente llevaría engarzada una piedra.

Las cuentas de vidrio Gabri son de época islámica es decir de entre los siglos VIII y XII. Producidas en Oriente Próximo se extendieron por Asia Central con la expansión del Islam.

Precioso y elegante anillo antiguo de plata y ágata cornalina procedente de Afganistán. Se aprecia claramente en la pulida piedra del cabujón el doble trazado del agujero que nos indica que fue empleada como cuenta de collar y que sin duda es mucho más antigua que el propio anillo. Las cuentas de cornalina procedentes del subcontinente indio están documentadas en yacimientos tan dispares y lejanos como la cuenca del Níger o Mesopotamia y en épocas tan antiguas como la la civilización Sumeria. 

Espectacular anillo antiguo de plata y ágata cornalina. Presenta una base cuadrada con filigrana que bien podría haber sido de un anillo Zar de Omán. El cabujón alberga una preciosa cuenta de ágata sujeta por un vástago de plata. Los anillos Zar de Omán protegen contra el Maligno (Jinns) y se emplean en las ceremonias de exorcismo. Preciosa pátina.

Atractivo anillo antiguo de plata y turquesa procedente de Afganistán. Su montura está formada por una serie de pequeñas cúpulas de plata en forma de roseta, con un bonito cabujón central de turquesa.

Maravilloso anillo afgano antiguo de plata y turquesa. Equilibrado trabajo de granulado y un gran cabujón que alberga un preciosa piedra turquesa. Magnifica pátina.

Sencilla pulsera o esclava antigua sahariana de plata con la típica decoración incisa y con áreas negras y rojas. Este tipo de trabajo se encuentra principalmente en Mauritania, Sáhara Occidental y algunas áreas del sur de Marruecos. 

Bonita pulsera antigua bereber de plata. Ha perdido parte de su decoración cincelada por su intenso uso pero, sin embargo, ello le ha dado una magnífica pátina.

Esclava bereber antigua de plata, con decoración incisa procedente de Marruecos. Originariamente era una joya de ciudad. Formando parte de un juego de siete se las conocía como -simana- en referencia a los siete días de la semana. Otros nombres: -slouk-, esto es, -hilos de hierro-. 

Esclava bereber antigua de plata, con decoración incisa procedente de Marruecos. Originariamente era una joya de ciudad. Formando parte de un juego de siete se las conocía como -simana- en referencia a los siete días de la semana. Otros nombres: -slouk-, esto es, -hilos de hierro-. 

Original par de pendientes de plata y ébano tuaregs que reproducen una forma decorativa muy característica de este grupo. Los tuareg es un pueblo nómada de origen bereber (amazigh) del desierto del Sáhara. Habitan principalmente en Argelia, Libia, Níger, Mali y Burkina Faso.

Originalísimo conjunto vintage de ciento dos cuentas de plata con baño dorado procedentes de las hábiles manos de un orfebre Mauritano. ¡Únicas!

Diametro entre 5 y 7 mm

Tres magnificas cuentas bicónicas de plata con baño dorado vintage formadas por cordón de filigrana procedentes de Mauritania. ¡Muy orinales!

Miden aproximadamente 22m de largo por 8mm de diametro

Cuatro preciosas cuentas vintage de forma bicónica tabular de plata dorada con decoración granulada y filigrana. ¡Muy originales!

Medidas 23x11x6mm

Espectacular collar de cuentas de plata con baño dorado. Destaca la característica e intrincada decoración granulada y de filigrana de los maestros mauritanos. Segunda mitad del SXX.

La cuenta central mide 17mm de diametro y la más pequeña 7mm.

Cuatro alegres cuentas de trueque venecianas “fiorà” fabricadas en la primera mitad del siglo XIX mediante la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Su denominación responde a su decoración multicolor que combina motivos florales y vegetales a base de puntos, trazos que recuerdan plumas, etc. El cuerpo de las cuentas es de vidrio negro opaco, sobre el que se distribuye la decoración floral en relieve.

Medidas aproximadas (cuenta más grande): largo: 12mm, diámetro: 14mm.

Las cuentas de trueque venecianas fiorate o fiorà son cuentas de vidrio, usualmente redondas u ovales, cuya principal característica es la atractiva y colorida decoración floral que presentan y que fueron utilizadas durante siglos en el comercio de trueque en África. Elaboradas principalmente empleando la técnica “a la llama” (lamp work) muestran una exuberante decoración donde los colores se superponen para formar atractivos y multicolores motivos decorativos florales y vegetales que se distribuyen sobre la superficie de la cuenta en forma de pluma (feather), de lazadas que recuerdan pajaritas (bow tie), ramilletes, puntos (dotted) en espiral (entre ellas, las famosas Lewis & Clark en referencia a los dos exploradores que las utilizaron por primera vez en el comercio con las tribus locales en su expedición que, en los primeros años del siglo XIX les llevó de la costa este a la oeste de los Estados Unidos), decoración lineal, de filigrana, etc. Fueron producidas principalmente desde principios del siglo XIX.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

Magnifica sarta de sesenta y ocho cuentas de trueque bicónicas, la mayor parte de ellas son del tipo “de ojo” inspiradas en las mucho más antiguas cuentas islámicas, y cinco de ellas con decoración lineal comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fabricadas en talleres venecianos a mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 16mm de largo por 23mm de diámetro y la menor 10mm por 12mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Preciosa sarta de cincuenta y siete cuentas de trueque bicónicas, comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fueron fabricadas en talleres venecianos a partir de mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Los artesanos fabricaron una importante variedad de cuentas de esta clase en las que sobre un cuerpo bicónico, generalmente de vidrio opaco de color negro, amarillo, verde o granate se distribuían decoración lineal en una atractiva decoración de colores. Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 20mm de largo por 22mm de diámetro y la menor 12mm por 13mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Preciosa sarta de sesenta y tres cuentas de trueque bicónicas, comúnmente denominadas “King beads” o también, localmente, como cuentas Gololo. Fueron fabricadas en talleres venecianos a partir de mediados del siglo XIX utilizando la técnica denominada “a la llama” (lamp work). Los artesanos fabricaron una importante variedad de cuentas de esta clase en las que sobre un cuerpo bicónico, generalmente de vidrio opaco de color negro, amarillo, verde o granate se distribuían decoración lineal en una atractiva decoración de colores. Estas cuentas alcanzaron una gran importancia en el comercio del oro en África.

La cuenta mayor mide 16mm de largo por 18mm de diámetro y la menor 12mm por 12mm.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.

Fantástica colección de cincuenta y seis cuentas de vidrio rosetta o chevron de dos, tres y cuatro capas con lineas externas insertadas de dos y tres colores y en algunos casos acabadas con una capa final de vidrio transparente. Estás cuentas fueron fabricadas en Venecia desde principios del SXIX y habrían sido empleadas en África Occidental en el comercio de oro y aceite de palma.

La mayor de las cuentas mide 17mm de diámetro y 15 de largo y la menor 8x8mm

Las cuentas de trueque chevron son, sin lugar a dudas, las primeras de origen europeo que se utilizaron en el comercio en África, tan pronto como en el siglo XV. Presentan una muy característica decoración estrellada o en forma de “rosetas” que se obtiene empleando un molde con dicha forma en el que se van superponiendo diferentes capas. De esta forma se obtiene una vara que, una vez enfriada, se corta en secciones que, a su vez, se pulen de forma que se se pueden apreciar en sus extremos, y en ocasiones en su superficies, las distintas capas “estrelladas”. Las primeras que se fabricaron lo fueron en la isla veneciana de Murano por el taller Barovier. Los ejemplos más raros suelen alcanzar precios muy altos y muy frecuentemente son descritas por el número de capas que presentan.

Usamos el términos “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

Preciosa placa antigua bereber marroquí de plata con decoración grabada. Este tipo de placas se utilizaban normalmente cosidas a textiles o de cuero para decorar bandas frontales a modo de diademas.  

Preciosa placa antigua bereber marroquí de plata con decoración grabada. Este tipo de placas se utilizaban normalmente cosidas a textiles o de cuero para decorar bandas frontales a modo de diademas.  

Fantástico juego de antiguos anillos bereberes de plata utilizados como parte del tocado del cabello. A menudo se ponía en su interior alguna sustancia olorosa como hebras de lana impregnadas en perfume o plantas aromáticas. Encontradas en el valle del Draa probablemente fuerón fabricadas en Tiznit y habrían estado esmaltadas originalmente. Preciosa pátina. Principios del SXX

Siete magnificas cuentas antiguas de plata con restos de baño dorado. Presentan un intrincado trabajo de granulación y filigrana muy característico de los hábiles orfebres mauritanos. Muy raras de encontrar sobre todo en buen estado. Preciosa pátina. Principios de SXX.

Seis magnificas cuentas antiguas de plata con restos de baño dorado. Presentan un intrincado trabajo de granulación y filigrana muy característico de los hábiles orfebres mauritanos. Muy raras de encontrar sobre todo en buen estado. Preciosa pátina. Principios de SXX.

Dieciséis magnificas cuentas antiguas de plata con restos de baño dorado. Presentan un intrincado trabajo de granulación y filigrana muy característico de los hábiles orfebres mauritanos. Muy raras de encontrar sobre todo en buen estado. Preciosa pátina. Principios de SXX.

Quince magnificas cuentas antiguas de plata con restos de baño dorado. Presentan un intrincado trabajo de granulación y filigrana muy característico de los hábiles orfebres mauritanos. Muy raras de encontrar. Preciosa pátina. Principios de SXX.

Diez preciosas cuentas antiguas de plata con restos de baño dorado y la típica granulación y trabajo de los orfebres mauritanos. Este tipo de cuentas son difíciles de encontrar hoy en día, suelen formar parte de collares y en muchas ocasiones se usan también para decorar el cabello enhebradas en mechones y trenzas. Maravillosa pátina que les confiere un gran carácter. Principios de SXX.

4 piezas de 15 mm de alto, 4 piezas de 17 mm de alto, 1 pieza de 18 mm de alto y 1 pieza de 20 mm de alto.

Maravillosa cuenta antigua afgana de plata de forma oval y con un soberbio trabajo de orfebrería. Atractiva pátina.

Maravillosas cuentas antiguas afganas de plata de forma oval y con un soberbio trabajo de orfebrería. Atractiva pátina.

Maravillosas cuentas antiguas afganas de plata de forma oval y con un soberbio trabajo de orfebrería. Atractiva pátina.

Medidas y peso aprox de cada cuenta. 44mm x 18mm y 11 grs.

Soberbio brazalete antiguo de plata con una maravillosa decoración floral realizada con la técnica del nielado. La hemos encontrados en Afganistán si bien el modelo nos recuerda a antiguos diseños uzbekos y de extremo más oriental de Turquía (región de Van). Un muy, muy afortunado y raro hallazgo que no deberías dejar escapar.

Alegre collar kuchi afgano vintage de aleación de metales y decorado con colgantes de vidrios de colores. Los kuchis, de la palabra persa -koch- que significa migración, son nómadas afganos de etnia pashtún distribuidos en diferentes tribus en áreas de Afganistán y Pakistán. Tamaño mediano.

Muy antiguas cuentas mauritana de plata con la típica granulación y trabajo de esa procedencia. Este tipo de cuentas suelen formar parte de collares y en muchas ocasiones se usan también para decorar el cabello enhebradas en mechones y trenzas. Con bastante frecuencia están doradas si bien, en este caso dada la antigüedad de estas cuentas, es difícil saber si alguna vez lo estuvieron. Maravillosa pátina que les confiere un gran carácter.

Para formar esta sarta de veintiocho cuentas venecianas de trueque de vidrio del siglo XIX hemos tenido que irnos hasta Marruecos, Mali y Mauritania. Y la verdad es que estamos muy contentos del resultado, que no hace más que rendir tributo a la imaginación y creatividad de los artesanos del vidrio venecianos que la fabricaron. Estas cuentas, realizadas mediante la técnica denominada “a la llama” (lamp work) son como pequeñas gominolas o gemas que no pueden sino ser codiciadas. Esta sarta la forma una fantástica combinación de cuentas decoradas de fantasía, incluidas cuentas de “ojo”, con una maravillosa paleta de colores, formas y motivos. Como para no dejarla escapar ...

La cuenta más grande mide aproximadamente 12mm de largo por 15mm de diámetro.

Usamos el término “cuentas de trueque” para referirnos a las cuentas de vidrio de fabricación europea que fueron utilizadas por los mercaderes y exploradores en el comercio africano desde el siglo XV y durante toda la expansión colonial en ese continente. La historia de las cuentas de trueque en África nos lleva al siglo XV y a la llegada a las costas occidentales de África de los primeros navegantes europeos, principalmente portugueses. Aquéllos descubrieron pronto la fascinación de las poblaciones locales por las cuentas y vieron en ello una oportunidad para el comercio. Entre las cuentas que cautivaron en mayor medida a estas poblaciones se encontraban las de vidrio ya que aún no se habían desarrollado localmente las técnicas necesarias para su elaboración. Ello llevó a una gran demanda local de las bellas y coloridas cuentas de vidrio ofrecidas por los europeos, tales como las cuentas millefiori o chevron venecianas y a que floreciera un gran comercio de trueque de aquéllas por mercancías tales como oro, maderas preciosas, marfil, etc. y que incluso llevó a que fuesen empleadas, tristemente, en el comercio de esclavos. La creciente demanda se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX y relanzó centros de producción de en Europa, como Venecia, cuyas cuentas alcanzaron una enorme popularidad y que las hizo muy cotizadas.

La técnica de fabricación de cuentas “a la llama”, o más comúnmente referida como “lamp work”, es una de las principales técnicas de trabajo del vidrio. Las cuentas realizadas empleando esta técnica se fabricaban utilizando varas de vidrio que eran calentadas hasta temperaturas en torno a los 1000 ºC, mediante el uso antiguamente de lámparas alimentadas por aceite o sebo y hoy en día por sopletes, que eran enrolladas a una vara de acero cubierta de un material refractario que evitaba que el vidrio fundido se pegara al metal. Las cuentas así obtenidas podían ser decoradas posteriormente utilizando la misma técnica de lamp work mediante la aplicación en su superficie de secciones de varas de vidrio de diferentes colores para formar intrincados y multicolores patrones en una casi infinita variedad de diseños que hacía de cada cuenta un ejemplo único.